DISNEY LATINO

Un relato sobre la Legión

INTRODUCCIÓN

Imagínense estar en el Perú de los años 60 ó 70. No existía Internet, ni celulares, ni MP3s, ni DVDs, ni PSPs, ni PCs. Sólo había televisores en blanco y negro. Pero existían los comics, ¡y eran muy coloridos! En la actualidad, muchos jóvenes quizás consideren a los comics aburridos u horrendos, pero los niños y muchachos de esa época los consideraban muy entretenidos. Eran baratos (en ese entonces al menos) y una alternativa casi obligada de distracción cuando estaban enfermos o cuando no podían salir de sus casas.

Bueno, pues yo fui parte de esa época y mi pasatiempo favorito era leer las “patoaventuras” de Disney. Sin embargo, un día llegó a mis manos un comic de Supermán (con acento en la a) y leí una aventura que, a la larga, despertó mi interés por los comics de superhéroes.
He tratado de elaborar un resumen aceptable para compartir con ustedes esta historia no muy conocida, pero que tiene un gran significado para mí.


LOS CINCO FATALES

Todo comienza en el siglo XXX donde 5 jóvenes con poderes y pertenecientes a un grupo llamado la Legión de Superhéroes, se han quedado cuidando el planeta Tierra, pues el resto de los miembros han salido en una misión.
Y aprovechan su tiempo mirando unos videos informativos de 5 villanos muy poderosos y muy peligrosos.
Después de terminar se retiran a descansar, pero su sueño es interrumpido para ser informados que una gran nube llamada Sun-Eater (Devorador de Soles) se aproxima a la Vía Láctea con el fin de absorber la energía del Sol, lo que ocasionaría que la vida en la Tierra se extinga.
Dada la gravedad de la situación, los legionarios empiezan a pedir ayuda a héroes de otros mundos. Lamentablemente nadie acude al llamado. Como medida desesperada, no se les ocurre mejor idea que “reclutar” a los supervillanos de los videos.
Para escapar de la justicia o motivados por ocultos intereses, los malvados aceptan ayudar y se ponen bajo las órdenes de Tharok, quien se autoproclama líder por su alto nivel de inteligencia.
EL LEGIONARIO CONDENADO

Después de informarse y analizar debidamente la situación, Tharok explica su plan. Sun Boy, con su poder solar, deberá desviar a la nube para que Persuader lo pueda dividir en 8 partes con su poderosa hacha. De esta manera, cada uno enfrentará sólo a una porción de la nube y para que tengan mayores posibilidades de éxito, el ingenioso cyborg inventa un aparato para amplificar los poderes de todos los integrantes.

Más tarde y a escondidas, Tharok reúne a sus compañeros malignos y los convence a formar una alianza que desde este momento será conocida como Fatal Five.
Al día siguiente y siguiendo el plan, los supervillanos y los legionarios se enfrentan al devorador de soles, pero desgraciadamente todos son derrotados.
Aprovechando que el Devorador de Soles se encuentra debilitado a consecuencia de los enfrentamientos, Tharok construye a última hora una poderosa bomba para destruirlo. Pero es necesario que alguien lleve la bomba, pues no tuvo tiempo de construir un sistema de propulsión.
Superboy, quien no se había recuperado totalmente, se ofrece a llevarlo, pues es el legionario más poderoso. Sin embargo Ferro Lad de un puñetazo le quita la bomba y se introduce hasta el centro de la nube donde hace estallar el dispositivo.
Tristes por lo sucedido, los legionarios permiten que los villanos se vayan, pero los malvados traicionan el pacto y capturan a los legionarios. Inmediatamente Tharok ordena a Validus que destruya a los prisioneros, pero Validus no quiere dañar a Princess Project y lucha por obtener el control de su mente. Validus, entonces, ataca a Tharok, pero Mano, Persuader y Emerald Empress utilizan sus armas y poderes para detenerlo.
La combinación de todas las energías ocasiona que los Cinco Fatales desaparezcan en una gran explosión.
La historia termina con los legionarios rindiendo tributo a Ferro y enviando un cohete-monumento a Shangalla, el cementerio de los superhéroes.
LA HISTORIA DETRÁS DE LA HISTORIA

En 1973, aproximadamente, leí por primera vez la segunda parte de esta aventura. Hasta ese momento, había leído pocos comics de superhéroes. Recuerdo que cuando leí esta historia quedé totalmente impresionado. Jamás había leído una historia que me dejara tan desconcertado. Siempre había creído que “los buenos nunca pierden y nunca mueren”, pues así sucedía en los dibujos animados y en los comics que yo veía. Pero que los “buenos” se unan a los “malos”, que el “malo” más poderoso (Validus) busque reivindicarse y que un “bueno” muriera ya era demasiado para mi cerebro infantil.

Y también me agradaron muchísimo los dibujos. Las escenas de las luchas eran magníficas. Y rompía, constantemente, el esquema tradicional de 6 viñetas por página. La narrativa gráfica era tan efectiva que tranquilamente podían haber suprimido las palabras y aun así se podía entender la historia.
Posiblemente algunos se pongan a criticar la simplicidad tanto de la historia, como del arte, pero hay que recordar la época en que salieron estos comics, donde había mucha candidez y poca malicia, hasta el extremo de no mostrar escenas con sangre o con mucha violencia. Sin embargo considero que esta historia, dentro de sus “restricciones” y sin irse al extremo, era un claro ejemplo en tratar de cambiar la mentalidad de que “los comics son sólo para niños”.

Empecé entonces a interesarme por esta agrupación de superhéroes muy jóvenes llamada la Legión. Al único que conocía era a Superboy, pero el resto de los personajes me eran desconocidos. Desde ese día y durante los años siguientes, cada vez que pasaba por un quiosco o un puesto de diarios y revistas, me ponía a buscar y a comprar comics de Supermán, en cuyas páginas estuvieran incluidos los “Relatos de la Legión de Super-Héroes”. Así, poco a poco, fui conociendo más de los personajes y también de la historia de la Legión.

Y tuvieron que pasar varios años más para llegar a obtener la primera parte de la historia. Fue un momento emocionante. Después de tanto tiempo, al fin podía leer y averiguar cómo los legionarios conocen a los cinco fatales y cómo se ven obligados a tener una alianza con ellos. Lo que sucedería después ya me lo sabía de memoria.

Y más años pasaron para aprender que los comics mexicanos de Novaro no eran las ediciones originales y que una editoral de Estados Unidos llamada DC era la responsable de crear mis comics favoritos. Indagando, pude saber que la edición norteamericana fue publicada en 1966 por la DC en dos partes. La primera parte se tituló “The Fatal Five” y se publicó en Adventure Comics #352. La segunda parte titulada “The Doomed Legionnaire” fue publicada en Adventure Comics #353. Posteriormente Editorial Novaro lo traduciría (no muy bien que digamos) y lo publicaría un año después en los números 630 y 634 de su serie Supermán.
Largo tiempo después tendría conocimiento que los dibujantes, guionistas y editores eran los genios creativos de las historias que tanto me gustaban. En esta etapa, aun no se mostraban los créditos del equipo creativo, pero ahora cualquier fan de la Legión sabe que los artífices de esta historia fueron Jim Shooter (que contaba con 15 años de edad) y Curt Swan, cuyos dibujos, como mencioné anteriormente, fueron increíbles.

Actualmente ya estoy inmerso (para bien o para mal) en el mundo de los comics. Pero, básicamente, me considero un gran coleccionista y admirador de la Legión. Y no soy el único. Se puede encontrar, en todo el mundo, grupos, fans y fanzines seguidores de la Legion. Y ahora, gracias al Internet, se puede obtener e intercambiar muchísima información al respecto. Les sugiero den una hojeada a The Legion of Super-Links, donde aparecen los sitios web más populares de la Legión en Internet, o sino al foro que DC tiene dedicado especialmente a la Legión.

¡LARGA VIDA A LA LEGIÓN!

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